Pero la mayoría de la gente en la Edad Media vivía en la aldea. Ese era el lugar de residencia de casi todos los campesinos. Estaban a mitad de sendero entre la libertad y la esclavitud. Aunque cultivaban campos que pasaban de padre a hijo, se les consideraba una parte del feudo. De ahí que no podían dejar la tierra donde vivían o aun casarse sin permiso del señor feudal.
No todos estaban de acuerdo en esto e incluso un tal Burcardo de Bellevaux llegó a redactar en el siglo XII una Apología de las barbas, un libro que tristemente no hemos tenido ocasión de leer pero seguramente era muy interesante. Respecto al corte de pelo que les proporcionaba esa característica calva, conocido como tonsura, cambiaba tanto en su estilo —celta, de roma o griego — como en la frecuencia, desde los quince días a las tres semanas. Sobre la ropa y complementos, según la Regla se debía proveer a los hermanos «cogulla, túnica, escarpines, zapato, ceñidor, cuchillo, estilete, aguja, pañuelo y tablillas ». Un monasterio podía estar formado por unos setenta frailes aproximadamente, si bien aquellos que no eran independientes acababan generando en su entorno una economía a su servicio , y por último llegar a transformarse en un núcleo de población. Votos de obediencia, pobreza, castidad, humildad y penitencia, a veces de siolencio.. Uno de los principios fundamentales sobre los que debía sustentarse la vida monacal era el voto de pobreza.
En conjuntos reducidos, imponían sus leyes y justicia, organizaban las cosechas y los recursos que de ellas obtenían. Los campesinos libres por el contrario sí podían dejar el feudo y decidían sus actos personales. Trabajaban en los mansos del señorío pagando a cambio unas rentas al señor y el diezmo a la iglesia. Estaban sometidos completamente a la autoridad del señor.
Primer Estamento
El poder de la Iglesia era teóricamente espiritual, pero era también un poder muy real. En verdad, los papas, obispos, monasterios y conventos se comportaban a todos y cada uno de los efectos como señores feudales en los territorios que conseguían mediante donaciones. La pirámide popular del feudalismo muestra, por consiguiente, los distintos estamentos que conforman una sociedad en este intérvalo de tiempo de la historia, así como su clasificación con base en el poder de decisión de cada estrato social. La pirámide social de la Edad Media es la representación gráfica que exhibe de qué forma se estructuraba la sociedad entre los siglos V y XV, dependiendo del poder de resolución de las diferentes clases sociales. Como se puede ver, la parte alta de la pirámide muestra de qué manera el poder se concentraba en la monarquía, el prominente clero y la alta nobleza. Por su parte, la base de la pirámide nucléa a todos aquellos ciudadanos que presentan un estatus popular «mucho más bajo».
De hecho, era un conjunto muy variado, ya que en él había desde ricos comerciantes y banqueros hasta campesinos pobres y mendigos, que casi no tenían qué comer. Los estamentos privilegiados no pagaban impuestos, eran mejor tratados por la justicia y tenían mayor consideración popular. Las personas mucho más capaces y ricas de la sociedad pertenecían casi siempre a los estamentos privilegiados, lo que no quiere decir que sus integrantes fueran poderosos y ricos. De a poco, estas comunidades fueron absorbidas por señores, laicos o religiosos, a los que habían sido entregadas esas tierras.
Actividad De Lectura
En este sentido, realizando una distinción entre ciudadanos libres y siervos. La familia era la primera unidad de producción para los campesinos medievales. En los hogares vivía la familia nuclear si bien era común encontrar a los abuelos habitando con ellos. Cada integrante de la familia tenía una función en ella, estando de este modo una división del trabajo según el sexo, la edad o el status de la persona. Las mujeres, por tanto, tenían una muy importante función dado el carácter de subsistencia que tenía la economía.
Además de esto se sancionaba con tres días de excomunión a quien tuviese una polución nocturna y no se lo comunicara al abad. El monasterio aspiraba a ser una Ciudad de Dios agustiniana a escala, un pequeño espacio de orden, sosiego y regularidad en una temporada de incertidumbre y crueldad. Eso se aplicó a la distribución del espacio, del trabajo y asimismo, en lo que terminaría consiguiendo una suma importancia, del tiempo. Los monasterios aparecen como a institución que había de ser «bastón de los ciegos, despensa de los hambrientos, esperanza de los desgraciados, consuelo de los afligidos». En caso de guerra, el rey convocaba a los caballeros y les solicitaba asistencia militar. Los caballeros y sus vasallos asistían con sus tropas y formaban una mesnada.
Una Sociedad Estamental
FACTURACIÓN Productos relativos al área de facturación de las empresas. Esa desigualdad inherente a la composición social no quería decir que todos la admitiesen de buena gana. Por eso eran usuales las rebeliones y levantamientos populares -en especial en temporadas de penuria económica- que acostumbraban a ahogarse en un baño de sangre.
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Origen Y Organización De La Sociedad Feudal
Nos permite ver la estructura popular de la población de los siglos IX y XV. Ni la peor de las guerras ha matado a tanta gente como la peste. Solo entre 1346 y 1453, terminó con la mitad de la población de Europa y en los reinos hispánicos la mortandad superó el 70%. A pesar de que los científicos siempre han mantenido que aquel primer brote vino de Asia, no tenían claro el origen de las sucesivas epidemias que, hasta el siglo XIX, castigaron a los de europa. En los siglos XVII y XVIII, ciertos doctores utilizaron máscaras que parecían picos de aves llenas de productos aromáticos para atender a los enfermeros de la peste. Comían una vez al día, una comida principal, y no tenían tanta pluralidad de artículos como hay actualmente.En las casas no había ni muchos utensilios de cocina ni varios muebles.
En la Edad Media el 90 por cien de la población vivía en el campo, centro de toda actividad y vida día tras día para los habitantes de aquella época. Cuando el señor feudal organizaba un gran festín normalmente invitaba a representantes de la nobleza que ocupaban sitios en la mesa según su relevancia. La comida se cogía de los grandes platos con el tenedor de dos dientes o con la punta del cuchillo. Estos habitualmente eran dagas y puñales, Las piezas de carne, de forma frecuente animales asados y servidos enteros, los cortaba el dueño de la casa, el anfitrión, con la espada.